¿Lo estoy haciendo bien?

 ¡Hola mundo!

Hoy ha sido uno de los peores días de mi vida. De esos en los que te enfrentas a miles de emociones juntas, que todo se viene encima y no sabes de dónde, cómo o por qué??, pues así fue mi día. Esto será un diario blog.


-¿Lo estoy haciendo bien? - Me pregunté durante todo el día una y otra vez.

La mayor parte de mi vida he sido insegura en muchos aspectos y recientemente he estado trabajando en mí, en mi amor propio, en lograr sueños, metas y objetivos; la gente que me conoce perfectamente sabe la persona y el ser humano que soy, jamás he tenido que ir pregonando al mundo eso o lo que valgo porque son cosas que rigen mi vida y se demuestran con acciones, pero hoy dudé de todo, se me vinieron tantas cosas a la mente que no pude con ellas y me derrumbé, extrañé a mi hermano como no tienen idea (porque hace 4 años se fue al cielo un domingo de resurrección como hoy), me puse a pensar en tantas cosas que me han dicho últimamente y que ponen en duda mi confiabilidad, honestidad y valores, me llegué a sentir la peor persona del mundo por confiar y que alguien traicionara mi confianza para llevar odio y dolor dañando a otra persona que no se lo merecía (yo me entiendo), me llené de confusión porque de cierta manera me sentí culpable cuando yo jamás lo propicié, no soy responsable de las malas acciones y  decisiones de otras personas, pero lo recibí, me tocó y me dio una gran sacudida en el corazón.

Todos los días me esfuerzo por se una mejor persona, por intentar dejar cosas buenas y lo mejor de mí, jamás soy grosera, mal educada o altanera, tengo un humor muy abierto, un carácter muy ñoño y apacible, siempre le veo el lado bueno a las cosas y tengo opiniones y apreciación diferente a la de los demás. Doy y comparto con las personas, no conozco el odio ni el rencor, en mi familia me enseñaron a dar para recibir sin fijarnos en las manos que lo reciben, solo dar y ser agradecidos, el merecimiento viene como consecuencia de tus buenas acciones y es así como vivo mi día a día; dudé de todo esto, y no culpo a las demás personas la única responsable soy yo, porque decidí sentirme de esta manera, correcta o incorrecta pero creo que lo necesitaba porque es algo que aunque con lágrimas y dolor me recordó lo que valgo y que por alguien que no me conoce realmente no define la persona y el ser humano que soy y que hoy me recordé que lo he sido siempre.

Lo único que les quiero decir es que jamás duden de ustedes mismos, de lo que son, lo que valen y lo que tienen para dar a los demás; un mal día, una mala intención o persona no puede opacar o borrar todo esto. Jamás se esfuercen por demostrar lo contrario a mentes cerradas deja que tus acciones y el tiempo hablen por sí solos.

¡Sí, lo estás haciendo bien!



"Jesús no se defendió ante las acusaciones falsas, no rogó por aprobación. Él sabía quien era y sabía lo que el Padre pensaba de él. Cuando reconoces el amor divino no mendigas la aprobación humana."


Gracias por leerme.
Feliz inicio de mes!!



Mi amiga tiene cáncer

 ¡Hola Mundo!

Este post lo trataré de la mejor forma posible con el mayor respeto para las personas que estén pasando o que hayan atravesado por una situación similar; lo abordaré de manera personal y desde la revolución de sentimientos que como amiga me invadió en este capítulo de vida que me tocó experimentar.



Recuerdo el día en que mi amiga Liz nos llamó a Christian y a mí para ir a verla al hospital parecía ser una tarde normal, calurosa y tranquila, se encontraba internada por unos síntomas extraños que le habían surgido y por los cuales se tuvo que enfrentar a diversos exámenes para poder llegar a un diagnóstico final. Recuerdo haber quedado con Christian para vernos afuera en la puerta principal, durante el trayecto en el transporte público de mi casa hacia el hospital mi mente se fue completamente en blanco, extrañada e intrigada por el llamado de Liz, pero sin si quiera pensar en el motivo por el cuál tenía que hablar con nosotros en persona. Al llegar a su cuarto de hospital, Juan su novio (qepd) se encontraba ahí, la acompañó durante todo este proceso de una manera sin igual. La vimos sonriente como era su costumbre y positiva ante la situación puesto que nos dio la noticia de una manera tan natural que ni si quiera nos dimos cuenta que la palabra principal en todo era "cáncer", en ese momento un frío nos invadió recorriendo el cuerpo desde la cabeza a los pies de cada uno de nosotros y el silencio lo dijo todo. Ninguno de los dos supimos qué hacer, Juan tuvo que hablar por nosotros. Recuerdo que salimos del hospital y durante el trayecto de regreso a casa ni Christian ni yo dijimos una sola palabra, fue un silencio y calma absoluta y estoy segura que él se encontraba igual que yo, totalmente confundido y sin entender qué seguía o qué debíamos hacer; si bien la tarea más grande le tocaba a la mente y el cuerpo de Liz, a nosotros como amigos nos correspondía alimentar su fe, sus fuerzas y sus ganas por vivir, mantenerla feliz, contenta y positiva esa era nuestra misión o por lo menos lo que estaba a nuestro alcance y así lo hicimos hasta el último momento.

Durante todo el proceso en que la diagnosticaron y comenzó su tratamiento se vino todo lo que hemos visto y conocido de historias como esta, las quimioterapias, la pérdida de cabello, los cambios de ánimo y de humor, el cuidarnos de salud nosotros para poder cuidarla a ella los días que la visitábamos, aunque no siempre lo pudimos hacer, una simple gripa siempre nos alejó de ella pero nos mantuvimos tan cerca como pudimos con las redes sociales, el celular y los detalles, organizamos reuniones cuando se podía, mis noches eran siempre desvelos platicando de muchas cosas, muchos planes, viajes que queríamos realizar juntas, tantas cosas que compartimos y aun así siento que nos faltó tiempo. Como amigo jamás te imaginas pasar por una situación como esta, Liz era aun muy joven, en ese momento pensé que no se lo merecía, una persona tan buena, tan positiva, siempre le veía lo mejor a la vida, la disfrutaba al máximo, a diario me ayudaba a superar mi perfeccionismo viendo las cosas con calma y desde otra perspectiva. La mañana en que una de sus hermanas me informó sobre su estado de salud y me pidió ir a verla al hospital acompañada del resto de nuestros amigos es un día que espero nunca tengas que vivir, para mí esa fue la primera vez, la segunda fue con mi hermano. Ese día no quise decirle adiós, le prometí que iríamos a conocer al hijo de una de nuestras amigas que estaba lejos y acababa de nacer, le dije que volveríamos a vernos muy pronto y no fue así. Sé que ella me vino a ver, a despedirse de mi, sin embargo yo no la pude ver, solamente sentir.

Una situación como esta te enfrenta a la vida de golpe porque te deja sin rumbo, sin dirección y te arranca una parte del corazón que jamás se vuelve a llenar. Los procesos de enfermedad no son sencillos de acompañar, cualquiera que sea el padecimiento es difícil para quien lo está atravesando así como para el que acompaña, muchas de las veces no sabes qué hacer, te obligas a estar feliz para que la otra persona lo esté también mientras que por dentro tu vida está rota e intentas unir los trozos para sobrevivir y darle vida a esa otra persona. El momento llegó y después de esto Liz se fue.

Sufrí depresión funcional y nadie a parte de mis padres se dio cuenta de ello, yo lo descubrí cuando comencé a escribir un diario para Liz, me di cuenta que tenía un duelo no resuelto y no sabía cómo manejarlo. Desde ese momento la escritura se convirtió en mi terapia, me ayudó a sacar el dolor incomprendido que tenía reprimido y te digo que si necesitas sacarlo hazlo de la manera en que a ti te funcione, pero no te quedes con nada, para las demás personas fue solo una amiga, para mi era mi hermana la primera que perdí, el segundo fue mi único hermano de sangre. No estás sol@ en esto, nunca estamos solos.



Liz se fue hace once años y mi hermano hace tres. Los duelos se han resuelto de alguna manera, los sigo recordando con mucho amor pero no dejan de doler algunos días.


Gracias por leer.



El Miedo...

 ¡Hola mundo!

Hoy vamos a hablar sobre el miedo, ese que te da tan solo con escuchar y leer esa palabra, ¡Oh sí! El miedo es una emoción natural caracterizada porque provoca una sensación desagradable e intensa ante la percepción de un peligro, real o imaginario. Es también uno de los principales motivos de auto sabotaje, algo que de una manera inconsciente nos lleva a no realizar alguna actividad personal o laboral.

¿Por qué abordar este tema? La mayoría de los temas que elijo para escribir es por alguna experiencia propia o bien cercana a mí, suelo ser el tipo de persona que sobre analiza las frases y las situaciones, poseedora de un punto de vista diferente a los de las personas la mayor parte del tiempo.



En algún punto de tu vida te haz llegado a preguntar ¿por qué no pude lograr o hacer algo en X momento?, siempre que nos hacemos esa pregunta respondemos mil y una excusas que se nos ocurren y todas suenan válidas y aceptables, pues es más fácil bloquear lo que realmente está pasando por nuestro cerebro a ver lo que hay en el contexto de la situación. De manera personal me creo capaz de hacer las cosas pero no lo siento y es algo confuso, dentro de mi ser sé que puedo lograrlo porque soy muy buena planeando y ejecutando pero para el momento en que comienzo la ejecución ya pasaron mil ideas tormentosas y pensamientos negativos dentro de mi cabeza, donde tuve que darme terapia a mí misma para convencerme de qué es posible realizar eso que estoy visualizando; lo he logrado pero hay muchas otras cosas que me hubiese gustado haber hecho y que por miedo y auto sabotearme no me lo permití.

A veces es abrumador escuchar a las personas que te conocen y que saben de lo que eres capaz estar diciéndote una y otra vez que sí puedes y no lo digo en mala onda, eso es alimento para el alma de cualquier persona, es un aliciente para el miedo, pero para el bloqueo mental no lo es, es un tema más a resolver porque sientes que puedes fallarles a todas esas personas que confían más en ti que tú mismo.

Te quiero decir que si tú eres una de esas personas como yo que le da miedo su éxito, capacidades y talentos; está bien que tengas miedo, es normal y es válido, no siempre vas a creer que puedes, pero como lo dice la tan trillada frase de "hazlo aun con miedo, pero hazlo" así tal cual como el Borras, programa tu mente con el ¡sí puedo! para que ese miedo no sea mayor, créetela, confía en ti mismo y si aun así crees que no puedes solo, apóyate en tu red de confianza, inspírate en otras personas, puedes lograr todo lo que te propongas porque no hay nadie más que sea como tú, no permitas que el miedo controle tu vida y recuerda esto siempre:

"Solo hay algo más grande que tus miedos y eso eres tú mismo. ¡Eres grande!" 


Gracias por leerme.